Del 4 al 13 de noviembre se celebró en Barcelona la cuarta edición del Casa Asia Film Festival, que nos volvió a traer una serie de películas, en su mayoría, difíciles de ver en nuestras pantallas. Éste año, además, tuve el honor de ser jurado de la sección Panorama, siendo ésta una experiencia muy gratificante. En este post reseñaré las cinco películas que me han parecido lo mejor del festival, todas ellas muy interesantes y variadas, pero antes el palmarés de la Sección Oficial a concurso y la Sección Panorama:
Mejor película: Mina Walking (Afganistán, 2015)
Mejor director: Bahram Ark por Coldness (Irán, 2015)
Mejor guión: Kiyoshi Kurosawa y Takashi Ujita por Journey to the Shore (Japón, 2015)
Mejor fotografía: Guo Daming por Paths of the Shoul (China, 2015)
Sección Panorama (Àlex Murrull, David Blanco, Elena Neira, Sherman Ong y John Prskalo)
Mejor película: The Throne (Corea del Sur, 2014)
Mejor director: Ariel Kleiman por Partisan (Australia, 2015)
Mejor guión: Pourya Azarbayjani por Tajrish… An Unfinished Story (Irán, 2015)
Mención especial: Zhol (Kazajistán, 2014)
En el quinto puesto encontramos a Partisan, original propuesta llegada desde la
antípodas que nos cuenta la historia de un niño a simple vista como los
demás, pero que en realidad es un asesino entrenado por su padre,
interpretado de manera sobria por Vincent Cassel. Rodeado de una familia
“perfecta” en un lugar paradisíaco, cuando el niño comienza a tener
dudas todo empieza a tambalearse desvelando una frágil estructura en ese
lugar ideal. Ell principal problema de la película llega
aproximadamente a mitad del metraje, cuando empieza a repetirse y da la
sensación de no saber lconservar la originalidad. Aúnque siendo
positivo, tanto las interpretaciones como el buen hacer tras la cámara
de Ariel Kleiman, quién gano con justicia el premio a Mejor Director de la Sección Panorama lo mantienen todo dentro de unos buenos parámetros.
Desde Corea del Sur llegaba The Throne al cuarto puesto, y que a la postre fue ganadora del premio a Mejor Película de la Sección Panorama. Planteada como una tragedia, nos cuenta
la historia de un rey al que su hijo decepciona constantemente, al no
aprender las enseñanzas confucionistas y dedicarse a beber y divertirse.
Una noche, al intentar asesinar a su padre, éste le encierra en una
gran caja de arroz hasta el día de su muerte. Narrada con numerosos
flashbacks, y con las relaciones como hilo de fondo, nos muestra la
vanidad humana y la debilidad inherente a nuestra condición. Un padre
que desprecia a su hijo por no ser capaz de convertirse en el heredero
que desea, y un hijo que odia a su padre, del que solo quería su amor y
no consiguiendo más que repulsa. Song Kang-ho está, como es habitual,
estupendo en su papel, al que acompaña una gran fotografía.
La tercera propuesta en el ranking es Beautiful 2016, en realidad cuatro cortometrajes
reunidos para el festival internacional de cine de Hong Kong, conserva
el rasgo principal de las antologías, la irregularidad.
En la primera historia, Somewhere in Kamakura, un
Hideo Nakata de capa caída nos habla de una historia de amor juvenil que
vuelve en la vejez por medio de una carta. No es de lo peor del
director en los últimos años, pero tampoco aporta nada nuevo.
La segunda historia, Dama Wang Who Lives on Happiness Avenue,
dirigida por el taiwanés Alec Su, está narrada desde el punto de vista
documental y sigue a una mujer china de mediana edad y viuda con su
rutina habitual y ese tono entre kitsch y decadente de la China
contemporánea. Curiosa pero insuficiente.
Ya en la tercera historia, One Day in Our Lives of …,
nos encontramos con más calidad aunque no exenta de cierta
autocomplacencia. Dirigida por el reconocido, Stankley Kwan, su buen
hacer, el dibujo de personajes, la nostalgia hacia unos tiempos que no
volverán a Hong Kong, y los homenajes consiguen hacernos olvidar los
puntos flacos.
Y para el final lo mejor con The Hedonists,
de Jia Zhangke, uno de los directores chinos actuales más famosos fuera
de sus fronteras, que aprovecha de nuevo para golpear esa China de
rápido desarrollo y corta memoria, con un humor muy adecuado para la
ocasión, a través de la historia de tres amigos que son despedidos a la
vez de su trabajo y tras varias entrevistas conjuntas acaban en un
parque temático que recrea la China imperial.
La medalla de plata corresponde a otra propuesta coreana, Assassination, o Asesinos en su edición en formato doméstico en España. Suele ser extraño que películas de una
temática similar o ambientadas en la misma época consigan parecernos
interesantes o más que interesantes. Eso es lo que ha sucedido
reciéntemente en Corea con The Handmaiden (La doncella), The Age of Shadows o ésta misma Assassination,
todas ellas ambientadas en la Corea ocupada por Japón, si bien no todas
lo utilizan como clave del relato o de la misma manera. En esta ocasión
un grupo de independentistas coreanos se verán inmersos en un entramado
de traiciones y dobles identidades en su camino hacia el asesinato de
uno de los altos cargos japoneses destinados en la península coreana.
Contra todo pronóstico la película funciona muy bien y con un gran
dinamismo, se convierte en la mejor película de Choi Dong-hoon hasta la
fecha
Y como mejor película del festival teníamos otra antología, en este caso procedente de la ciudad-estado de Singapur que en 2015 celebró los 50 años de
su creación como nación. Por ello se puso en marcha este proyecto
dirigido por los realizadores más reconocidos del país. 7 Letters
explora la identidad nacional entre la nostalgia de las tradiciones del
pasado, la modernización a marchas forzadas y el trauma que subyace, en
cierto manera, de la separación de Malasia.
El encargado de abrir la película es Eric Khoo, que con Cinema
y a partir de la mirada de un anciano exproductor de cine nos devuelve a
los años 50, tiempo de unidad que se refleja en los miembros del
equipo técnico, artístico y de producción cuando vuelven a reunirse
décadas después. Una mirada que vira de la melancolía a la alegría y en
la que chinos, indios y malayos trabajan codo con codo.
En The Girl, dirigido
por Jack Neo, nos adentramos en el terreno del amor juvenil destinado a
romperse, y que aprovecha para mostrar las diferencias lingüísticas
entre los grupos de chinos singapurenses y su incapacidad de entenderse.
K. Rajogopal nos muestra en The Flame,
el conflicto entre una familia de origen indio cuando en la víspera de
la retirada británica de Singapur reciben la ciudadanía de ese país.
Mientras el padre aboga por irse, el hijo y la esposa embarazada de éste
se niegan ya que están en su hogar. Una historia de autoafirmación
nacional y de rechazo al colonialismo.
Royston Tan ofrece en Bunga Sayang
y en modo de comedia la relación que se crea entre un niño chino y su
vecina malaya cuando él tiene que utilizar la ducha de ella al tener el
agua cortada. Amable, sensible y entrañable, a pesar de no entenderse
por las diferencias idiomáticas, una canción les hará crear un vínculo
perdurable.
El mejor de los fragmentos, Pinneaple Town,
hace referencia a la pequeña ciudad malasia de Pekan Nanas. Una mujer
busca a la madre biológica de su hija recién adoptada, cruzando la
frontera entre dos países que una vez fueron uno, sin poder conseguirlo.
La escena del restaurante de carretera es dura y a la vez cálida,
estando resuelta de manera magistral por Tan Pin Pin en su primera
aproximación a una obra de ficción.
En Parting, de Boo
Junfeng, un anciano malayo regresa a Singapur en busca de su primer amor
y acaba volviendo a la estación de tren Tanjong Pagar, testigo de su
separación, que verá recreada en un rodaje que tiene lugar allí mismo en
un ejercicio de metacine. De nuevo la separación, uno de los ejes de la
película, deja un poso amargo.
Grandma Positioning System (GPS),
de Kelvin Tong, se centra en una familia que, de nuevo, tiene que pasar la
frontera para rendir homenaje al patriarca, enterrado en Malasia. Tres
generaciones en conflicto; la abuela enseñando el camino hasta la nueva
casa al espíritu del esposo, su hijo solo preocupado por los negocios, o
la nieta por divertirse con sus amigos. Emotiva y divertida, un broche
de oro para una de las películas de episodios más equilibrada que he
visto en los últimos tiempos.