Premio del Jurado: The Mohican Comes Home
Premio del público (Gat de la Sort): Ip Man 3
Premio de la crítica: Old Stone
Sin duda el que más ilusión me ha hecho es, lógicamente, el premio de la crítica, en el que he tenido el gran honor de participar y que además se ha llevado mi película favorita del festival, la dura Old Stone.
Y ahora vamos con la crónica de los dos últimos días:
Comenzamos el fin de semana con Killa, película india del cine marathi. En esta ocasión tenemos un drama con un niño como protagonista y que debe cambiar de residencia tras el fallecimiento de su padre y la recolocación de su madre por temas laborales. A partir de ahí nos encontramos con la falta de adaptación del niño, problemas en la escuela y al final una amistad con otros muchachos de la zona. Killa no se puede considerar una mala película ni mucho menos pero si algo fría y anecdótica aunque su tono esperanzador le da bastantes puntos.
Gamera, el guardian del universo, reinicio de la saga de la tortuga gigante, era el kaiju del día y si bien es la más moderna que vimos, al mismo tiempo es la menos imaginativa, la que menos excusa tiene de lo paupérrimo de su guión y que se deja arrastrar por la corriente noventera de un cine más tendente a los efectos y olvidar los trajes de monstruo que tantas tardes de gloria dieron al respetable.
El sábado era el día de la India, y además de la ya vista Killa teníamos un par de blockbuster. El primero era Baaghi, un tour de force de acción sin igual, con coreografías magistrales, una primera parte construida a ritmo de flashbacks en la que vemos como el protagonista es un joven que es enviado por su fallecido padre a entrenar y encontrar la senda buena y una segunda ya de acción sin paliativos a caballo entre Bangkok e India. Una segunda parte en la que ya vemos convertido al joven en un experto y duro luchador que lo ha perdido todo y con toques de comicidad de parte del dúo de taxistas indios en Tailandia. Todo ello converge en un final apoteósico en un edificio al más puro estilo The Raid en el que el protagonista tendrá que ir superando las plantas como si fueran pantallas de un videojuego con tiempo para hacer algún chiste en su pelea contra el luchador chino. Un auténtico disfrute para todos los sentidos.
La 13ª edición de las Nits de Cinema Oriental tenían Japón como país invitado pero para nosotros el país triunfador fue China, ya que en el podio incluímos tres películas de dicha procedencia, Old Stone, la hongkonesa Ip Man 3 y Chongqing Hot Pot, la pequeña joya que fue a la postre la mejor película del sábado. Tres amigos que regentan un restaurante descubren por accidente un agujero hasta la cámara acorazada de un banco y planean como poder taparlo sin que les descubran entrando en liza una excompañera de colegio y empleada del banco. Pero ese no será su único problema con unos gangsters a los que debe dinero uno de ellos y en el colmo de las casualidades el robo del banco el mismo día que ellos planean taparlo. Articulada como un gran flashback hasta mitad de la cinta, luego todo será el no va más con los amigos tratando de salvar la vida y de paso arregarla. Una película continental pero lo más parecido a una película del Hong Kong dorado de los 80-90 con ese amor fraternal entre amigos, pistolas, gangsters y una megaciudad que lo engulle todo. Ojalá en los próximos años salgan de China más películas de este tipo que preferimos a las de suntuosos efectos especiales. Con excepciones, claro.
Tras la cena india tocaba una nueva película del subcontinente y eso implicaba viajar de Bollywood a Kollywood, cambiando el idioma hindi por el tamil. El problema es que también cambiamos la diversión y el jolgorio por apatía y aburrimiento. Y es que 24 a pesar de las esperanzas se convirtió desde muy pronto en bastante plomiza. De hecho salvo las escenas en las que aparece Suriya como el hermano malvado el resto es bastante difícil de digerir e incluso le falta ritmo, algo que no se hace cuesta arriba en una cinta de estas características y por su larga duración. Un rayo de esperanza se creó justo antes de la mitad de la cinta con la escena en el edifício pero después volvimos a lo mismo y solo detalles y aparaciones de nuevo del hermano malvado salvan la situación. En el computo final no podemos más que suspenderla y quedarnos con Baaghi como la triunfadora del cine indio del día.
Y para acabar el día en el que lo vimos absolutamente todo nos quedaba la Nit golfa, la noche más gamberra del festival empezando con dos cortos, Am I Too Big?, en el que un muchacho y su amigo quedan con una chica alta y el problema es que su altura es desmesurada. A partir de ahí la confusión y la destrucción se apoderan de todo hasta que el amor triunfa, aún a costa de algún que otro personaje espachurrado. Luego llegaba Gigantic Heroine Infinite Celestia, con remontaje realizado para la ocasión en el que una joven superheroina japonesa se tiene que enfrentar a un peligroso monstruo. Lógicamente la chica lo dará todo teniendo que soportar las duras embestidas del kaiju en cuestión hasta poder derrotarlo.
Al final el orden anunciado cambió y Bloody Chainsaw Girl paso a ser lo siguiente que veríamos. Una película con peleas, chicas guapas y sierras mecánicas, ¿qué podía fallar? Pues prácticamente todo ya que pasando por alto su factura, algo normal en este tipo de producciones, nos encontramos con momentos de aburrimiento entre acciones y eso en una película de estas características y a altas horas de la noche acaba haciendo mella.
Al final llegaba el plato fuere, The Best of Tetsudon, recopilación de los cortos de dicha productora por miembros del cine independiente japonés y que estuvieron presentados por el productor de la cinta y miembro del jurado de la sección oficíal, Reji Hoshino, un auténtico crack que nos deleitó con una loca presentación que preparaba el camino para lo que íbamos a ver. Una vez en acción nos encontramos con un delírio con algunos cortos divertidos, como el de John Woo y el del teléfono "movil" por ejemplo y otros de vergüenza ajena. Pero al fin y al cabo sabíamos lo que nos tocaba, cine trash en estado puro para acabar el largo día.
Después de la maratón del día anterior, desde las 10 de la mañana hasta las 5 del día siguiente opté por saltarme las películas de la mañana, a pesar de las ganas de ver el tokusatsu mañanero. Pero el cuerpo manda y había que descansar para encarar la recta final. Así que la siguiente era La ciudad de las mujeres, drama indio sobre los problemas de las mujeres en el país. Si bien todo nos podía haber presagiar que estaríamos ante un panfleto la verdad es qué, aunque no fuese perfecta, la película es bastante equilibrida y ofrece un retrato poco sensacionalista, a diferencia de otras películas actuales como la también india 7 diosas, y que ofrece un perfil optimista y esperanzador a pesar de los problemas que encaran las protagonistas durante la película. Quizá ahí, en su parte final, chirríe un poco peor en general se defiende y se deja ver. Y pronto tendrá estreno nacional.
La elegida para clausurar el festival fue Chin-yu-ki, una adaptación del manga del mismo título de principios de los noventa que a su vez era una adaptación escatológica de Viaje al Oeste, la famosa novela en la que se basó Dragon Ball. En ésta ocasión el viaje está protagonizado por un extraño muchacho-demonio adoptado por una pareja de ancianos que es llevado por una monje para intentar encontrar el buen camino y convertirse al bien. Todo ello rodeado de chistes sin mucha gracia, casi todos relaciones con penes, flatulencias, y todo el catalogo escatológico que se pueda pensar. Un cine que no es lo mío, eso seguro.
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