Seguimos con la tercera entrega de nuestra crónica de Sitges 2014:
Jamie Marks is Dead (2014, Carter Smith)
Como era de esperar por la fama que la precedía, en esta cinta sobre un trasunto muerto de Harry Potter que se le aparece a un compañero de instituto que no sabe muy bien si está enamorado del difunto o de otra compañera con la que intiman, nos encontramos con una película anticlimática carente de todo ritmo, aburrida y apagada. Intentando crear una atmósfera onírica y cautivadora nos traslada al sopor más absoluto en el que da absolutamente igual lo que pase a los personajes.
Goonight Mommy (2014, Severin Fiala y Veronika Franz)
Austria tiene problemas, o al menos entre las noticias que nos llegan de ese país en forma de secuestros o abusos a menores y las películas de Haneke o Seidl entre otros, nos da esa sensación. Precisamente la co-dirección de la pareja de Seidl nos traslada a esos derroteros con esta historia de dos niños que no confían en que su madre sea quien dice ser tras una operación estética. Sin lograr ser una maravilla su in crescendo y su final potente hace que olvidemos las truculencias o incluso el hecho de ser capaces de adivinar una de las sorpresas que encierra el guión, quizás planeado así de antemano. Superior a la media del festival de este año aunque no es decir mucho tampoco.
Annabelle (2014, John R. Leonetti)
Spin-off de la estupenda Expediente Warren de la que toma la historia prologada y expande para traernos un catálogo ramplón de sustos y situaciones vistas hasta la saciedad con un discurso algo rancio y un final que supera el patetismo. James Wan y Leigh Whannel han sido renovadores del terror con obras como Saw, Insiduous o la ya comentada arriba, pero no todos son ellos y no utilizando una de las bazas de aquella película (y solo al principio y final) se puede hacer una buena película. Siendo justos Annabelle sería un direct to video clarísimo pero de los malos, de esos en los que ni puedes reírte con los amigos por la noche.
The Double (2013, Richard Ayoade)
No aguanto a Jesse Eisenberg, eso para empezar. Puedo soportar películas suyas pero considero que es un actor mediocre, anti carismático y apático. Probablemente pueda pasar para algunos personajes pero cuando su actuación determina el peso de la película se hunde y ni aquí con dos papeles alejados se permite hacer nada del otro mundo aunque ni mucho menos es solo culpa suya lo mediocre de la película. Claramente basada en el mundo de Terry Gilliam y en especial su estupenda Brazil, su deriva hacia el no va más acaba provocando bastante incongruencias en el argumento que llegados a ese punto de la película realmente ya daban igual. Aprueba justita y quizás por la presencia de la, ésta si, siempre cumplidora Mia Wasikowska.
A Hard Day (2014, Kim Seong-hoon)
Estancada en thriller iguales y deudores de épocas pasadas la industria cinematográfica de Corea del Sur a veces acierta cuando no se toma tan en serio este tipo de películas y las embarca hacia el humor negro o la auto parodia. Ese es el caso de la película que nos occupa y en la que un policía corrupto e investigado por asuntos internos se ve metido en un homicidio involuntario por su parte pero que decide tapar para no seguir metiéndose en líos. El problema principal es que no es tan sencillo como se cree e incluso ese homicidio tendrá muchas más capas que cortar. Sentido del ritmo, del humor, del montaje y un salvajismo de tebeo en la parte hacen disfrutar y preguntarse a uno porqué The Target ya tiene distribución (aunque sea en DVD) garantizada y ésta no. Misterios.
Una de las sensaciones que me dejó terminada la proyección de esta película fue ver que cuando unos directores emergen con algo y luego tiran hacia otros derroteros llamemos más mundanos, más normales o simplemente diferentes esto no es aceptado por gran parte del público que se siente traicionado. Y si encima pasamos de À l'intérieur (y Livide) a una mezcla de aventuras juveniles y cuento macabro no digamos nada. Pero funciona y no se queda en la superficie medio blanca que prima sino que es algo más salvaje (no visualmente quizás sino intuitivamente) de lo normal. Para mi sin duda de lo mejor del festival.
Relatos salvajes (2014, Damián Szifrón)
Y aquí ya entramos en palabras mayores, una salvajada (aunque tampoco tan tan dura sino más bien ácida) dividida en varias historias con un denominador común, la irracionalidad traspasados unos límites. Porqué realmente el ser humano es así, una persona en una sociedad en muchos casos castradora e injusta puede a sacar el animal que lleva dentro (como le pasaba al Michael Douglas de la estupenda Un día de furia) y el resultado puede ser demoledor. Aquí en una Argentina siempre al límite por sus problemas internos pero que pueden ser extrapolados a cualquier país lo vemos con una gran dosis de humor negro y, de forma sorprendente aunque en menor o mayor medida, todas las historias funcionan. Eso si, como siempre hay que darle un aplauso a ese grande de la interpretación que se llama Ricardo Darín (sin desmerecer a los demás, claro).
Y aquí ya entramos en palabras mayores, una salvajada (aunque tampoco tan tan dura sino más bien ácida) dividida en varias historias con un denominador común, la irracionalidad traspasados unos límites. Porqué realmente el ser humano es así, una persona en una sociedad en muchos casos castradora e injusta puede a sacar el animal que lleva dentro (como le pasaba al Michael Douglas de la estupenda Un día de furia) y el resultado puede ser demoledor. Aquí en una Argentina siempre al límite por sus problemas internos pero que pueden ser extrapolados a cualquier país lo vemos con una gran dosis de humor negro y, de forma sorprendente aunque en menor o mayor medida, todas las historias funcionan. Eso si, como siempre hay que darle un aplauso a ese grande de la interpretación que se llama Ricardo Darín (sin desmerecer a los demás, claro).
Over Your Dead Body (2014, Takashi Miike)
Cada año toca doble ración de Miike, y suelen ser una más o menos buena y una más o menos mala. En este caso solo pude ver ésta ya que Mole Song la ponían de noche y uno no puede estar todo el tiempo. Y ya tendría que ser mala la otra porque Over Your Dead Body acaba siendo la enésima versión de Yotsuya Kaidan bajo una apariencia autoral pero se convierte en el descenso más lastimoso al aburrimiento en el que ni la presencia de la bella Kou Shibasaki logra darme sensación de algo que no sea ganas de estrangular al japonés.
El ardor (2014, Pablo Fendrik)
Cine contemplativo, el favorito de muchos cinéfilos y festivales. Un cine que se supone más elaborado en sus sensaciones, en su capacidad de contarnos algo más allá del diálogo y de la acción por medio de la reflexión. A raíz de eso muchos realizadores pensaron que optando por ese camino llegarían al favor de la crítica más receptiva y de convertirse en reconocidos en los círculos cinéfilos. No comulgo con ese cine salvo excepciones que creo plenamente justificadas puesto que en muchos casos lo veo como simplemente venta de humo. La película argentina que nos ocupa bascula entre eso y una cierta estructura más normal aunque al final acaba perdida en si misma en escenas gratuitas y un final que pretende ser un homenaje y casoi se convierte en parodia.
The Darkside (2013, Warwick Thornton)
Documental que recrea con actores testimonios de sucesos paranormales en el que los fallecidos hablan con sus familiares o allegados. Realizado en formato de entrevistas la nula capacidad para conseguir interesar ni emocionar hace preguntar porqué no se recrea alguna de las situaciones para darle cierta agilidad y no una sensación de repetición constante. Para olvidar.
Documental que recrea con actores testimonios de sucesos paranormales en el que los fallecidos hablan con sus familiares o allegados. Realizado en formato de entrevistas la nula capacidad para conseguir interesar ni emocionar hace preguntar porqué no se recrea alguna de las situaciones para darle cierta agilidad y no una sensación de repetición constante. Para olvidar.