domingo, 19 de agosto de 2018

Crónica Festival Nits de Cinema Oriental 2018 - 1ª parte




Como es habitual en este caluroso mes de julio hemos tenido una nueva edición del Festival Nits de Cinema Oriental, ya completamente consilidado. Para celebrar sus quince años el Festival inauguró con la película que se proyectó en aquel pase que lo empezó todo, Shaolin Soccer. Y para continuar con la celebración han editado también un nuevo libro sobre el genio hongkonés con el título Stephen Show! El cine espectaculo de Stephen Chow, y escrito por otro grande como es Domingo López.

En cuanto a las películas, por desgracia solo nos pudimos acercar el fin de semana, aunque fue suficiente para poder algunas propuestas muy interesantes, estando entre ellas la ganadora del premio de la crítica (aunque no fue mi favorita) y del público, la tailandesa Bad Genius.

Para empezar nuestra andadura en Vic, que mejor que con el thriller chino The Looming Storm, una nueva muestra de que este tipo de cine es de lo más interesante que viene del gigante asiático, alejado de las superproducciones que revientan las salas. Con muchos puntos en común con la ganadora del Oso de Oro de Berlín en 2014, Black Coal, este áspero thriller nos lleva a la obsesiva búsqueda de un asesino en serie por parte del responsable de seguridad de una fábrica mientras los cambios se van sucediendo en la China de 1997, mientras no queda claro si lo que estamos viendo es real o fantasía del protagonista. The Looming Storm, como Wrath of Silence, son películas que a medida que se piensa sobre ellas van creciendo y demandan un segundo visionado para no perderse los detalles más sutiles.

La segunda película, y última del día, fue Bad Genius, película en apariencia sobre adolescentes superdotados pero que vira hacia el suspense manteniendo la tensión durante la mitad de su metraje sin perder ni un ápice de fuerza. Quizás el pero que se le podría achacar a la película es su duración, demasiada para una cinta de sus características, pero la complejidad de sus personajes, lejos de la unidimensionalidad de muchos escritos para el cine con adolescentes (que no de adolescentes). Sin duda, Bad Genius, y a pesar de que creo que alguno de los dos thrillers chinos merecían más el galardón, es una justa ganadora y entiendo que el público la tomara como su favorita.

El sábado empezamos con otra película china, clara nacionalidad ganadora del festival por cantidad de films presentados. En esta ocasión se trataba de  Soccer Killer, un delirio firmado por Jeff Lau, que nos lleva a un duelo de cuju, precursor del fútbol, entre unos trasuntos de los Vengadores y X-Men contra una serie de expertos de artes marciales en la Dinastía Song. Ni qué decir que lo que veamos no puede tomarse en serio en ningún momento puesto que lo que hay es lo que se ve. Por desgracia a mi no me convenció aunque por supuesto alguna risa tuve que aflojar ante lo absurdo de la propuesta.

Nos tocaba cine hongkonés, pero en esta ocasión una comedia dramática romántica, When Sun Meet Moon, o la historia de un chico y una chica que se encuentran por casualidad y entre ellos nacerá el amor. Un chico de buena familia que acaba interno en una escuela y una chica de familia humilde que cada vez tendrán más problemas para poder encontrarse. A pesar de una idea muy interesante y un inicio prometedor al final lo que vemos es una película blanca, blanquísima que sinceramente no aporta nada al trillado mundo del cine romántico. 

El plato fuerte de la jornada, y del festival, fue el thriller Wrath of Silence. De nuevo un thriller que ahonda en las contradicciones del gigante chino, y que no escatima en mostrarnos lo peor del ser humano así como la corrupción y nepotismo que impera en el país. Un niño desaparece de su pueblo y su padre emprende una frenética búsqueda encontrándose por el camino con personajes detestables. Un thriller seco y extraordinariamente potente que raya la perfección, pero al que alguna escena, concretamente una cerca del final, lo deja como simplemente una gran película, que no es poco.

Para despedirnos del día tocaba la no-secuela Baaghi 2, en la que de nuevo Tiger Shroff reparte puñetazos, patadas y balazos por doquier, en una segunda mitad delirante que se convierte en una versión loca de Acorralado, incluyendo varias frases de la misma película. Pese a tratarse del mismo personaje de la primera parte, o al menos llamarse igual, la historia no tiene absolutamente nada que ver. Sin ánimo de comparar, creo que Baaghi 2 es bastante inferior a su predecesora, pero aún así mantiene el tipo y se deja ver.




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