En esta tercera y última parte de la crónica de lo que ha dado de si la edición número cincuenta del Festival de Cine de Sitges hablaremos de las películas europeas, españolas incluidas. Un Sitges 50 que si bien no ha sido todo lo impresionante en películas como el año anterior si que nos ha dejado algunas joyas y todo ese trabajo bien hecho que queda atrás, a pesar de las carencias. Ahora ya estamos contando los días para la edición 51 que será de nuevo un acontecimiento.
La primera película europa vista fue Musa, la nueva película de uno de los predilectos del festival, Jaume Balagueró. En este caso nos cuenta una historia a caballo entre la fantasía y el terror pero que hace aguas por todas partes. Y eso que la idea prometía mucho, las musas de los artistas como entes sobrenaturales, pero que no está desarrollada de manera coherente y se convierte en otra película más de terror. La lástima es que Balagueró tiene un gran talento ya demostrado y sus dos últimas películas han sido bastante deficientes, la cuarta parte de REC y esta que nos ocupa. Esperamos que con la siguiente vuelva por sus fueros.
El sacrificio de un ciervo sagrado es la tercera película de Yorgos Lanthimos que tengo la oportunidad de ver, y sin duda es la mejor. Después de Canino, que no aguanto, y de Langosta, con una estupenda primera mitad y una segunda para olvidar, con la que aquí comentamos me convence en cierta manera, aunque ni por asomo veo en el director griego ese talento que se le otorga. Me parece correcto pero sin más. Aquí me llega a divertir esa vena juguetona que tiene con sus personajes, y a pesar de un Colin Farrell que a veces está muy bien y a veces se le notan las limitaciones. Más o menos como a Nicole Kidman, una actriz capaz de lo mejor (quizás no tanto) y de lo peor.
Producida por Álex de la Iglesia nos encontramos con Errementari, una fantasía con elementos del folclore vasco en la que un agente del gobierno investiga unos extraños sucesos que le llevan hasta un herrero que vive en lo más profundo del bosque y oculta un terrible secreto. Me duele decirlo pero después de las críticas tan positivas que he llegado a leer de esta película me pregunto como es que no he podido ver todo eso positivo que se dice. Me parece muy mal interpretada, montada y con unos personajes que en vez de dar miedo acaban dando risa. Toda la parte final la encuentro apresurada y ridícula. Una lástima.
Con November nos encontramos con otra sinopsis que llama la atención y un inicio bastante interesante que liuego no conduce a nada. Además de aburrida se convierte en farragosa llegando a provocar en mi la sensación de que no tengo ni idea de lo que quiere contarme el director y que está más ocupado intentando mostrar imágenes que hilvanando una trama coherente.
En A Gentle Creature, película ucraninana que transcurre en Rusia se demuestra aquello de que para ciertos ucranianos con criticar el sistema ruso (sistema que no voy a defender) vale todo y no hace falta esforzarse mucho. Y es lo que tenemos con esta adaptación más o menos de la historia corta de Dostoievksy "La sumisa". Un metraje de dos horas y media a todas luces exagerado y una trama que no sabe adonde ir los últimos tres cuartos de hora nos dejan con un mal sabor de boca.
Una película sobre un inmigrante que consigue superpoderes y ambientada en Hungría ¿qué podría salir mal en Jupiter´s Moon? Pues bastantes cosas por lo visto. Después de la correcta White God, el director Kornél Mundruczó sigue hablando de temas sociales en un contexto de ciencia-ficción pero si bien en aquella funcionaba relativamente bien aquí hace aguas. Porque no solo con un guión crítico e incisivo se rellena una película, máxime si haces que eso se repita durante el metraje en bucle y te olvidas de que hay otras cosas importantes como el desarrollo de los personajes sin que lo hagan a trompicones.
Y para terminar con el repaso a las películas europeas y a Sitges 2017 teníamos How to Talk to Girls at Partie, una deliciosa comedia romántica de ciencia-ficción en la que unos chicos de una banda de rock de Londres a finales de los 70 acaban en una fiesta muy extraña con extraterrestres y en la que el protagonista se enamora de una de ellos, con todo lo que ello conlleva. Con una banda sonora muy buena y unas actuaciones fantásticas se convirtió por méritos propios en una de las joyas del festival. Como curiosidad, está basada en una historia corta del gran Neil Gaiman.