martes, 12 de octubre de 2010

Festival de Cine Fantástico de Sitges 2010: The Shock Labyrinth: Extreme 3D



Ideada para el lucimiento del 3D, The Shock Labyrinth: Extreme, es una de las más convencionales y aburridas propuestas de terror llegadas desde Japón en los últimos tiempos... y eso que no aparecen los consabidos fantasmas de larga caballera.

Takashi Shimizu, el que fuera parte importante de la moda del J-Horror que llegó a Occidente con su saga Ju-On/The Grudge, encargándose él mismo de las versiones estadounidenses de su obra deja de lado su popular saga para adentrarse en la historia de unos ex-compañeros de clase que se reencuentran después de muchos años. En ese preciso instante aparece una de las ex-compañeras desaparecida tras muchos años y tras una serie de vicisitudes acaban en un hospital que no es lo que parece para desentrañar el misterio de la desaparición de la niña.



Este argumento hubiera quedado muy bien para un episodio de una serie televisiva de antologías de terror o fantástico tipo Cuentos asombrosos, media horita con una historia entretenida y a otra cosa. Pero en ésta película se empeñan en alargar lo que no se puede alargar y optan por dos caminos, el primero una trama sin sustancia con poca intensidad dramática por parte de los intérpretes de la película y por el otro en la espectacularidad de las 3 dimensiones sin preocuparse por hilvanar una historia con demasiados altibajos durante el metraje.

El mayor aliciente de la película, además del 3D claro, es ver al protagonista de Nadie sabe, Yûya Yagira, ya crecidito y dando la impresión de qué se le ha olvidado actuar. Aunque para no ser duro con él solo, como he dicho antes, ninguno es que esté para que les den un premio. Tampoco es que la película pida unos actores del método pero para poner solo caras ya vale con un maniquí. Bueno, además de las lagunas de guión y las pésimas actuaciones tampoco podemos salvar la dirección de Shimizu puesto qué no da ninguna sensación de nada. Podríamos pensar que han considerado que ya qué la película está destinada al consumo 3D para que esforzarse. Craso error, señores, el 3D tiene que estar al servicio de la historia, sino mal vamos.



Tras este despropósito Shimizu contraatacará con Rabbit Horror 3D, una versión libre de Alicia en el país de las maravillas. Desde aquí esperamos que en esa ocasión nos intente traer de vuelta al director de Ju-On, aunque sea un poco.

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