Segunda jornada del Festival de Sitges y, en general, mejor nota que el primer día. El pero más grande que le ponemos es el retraso de 40 minutos en Drug War, que ha hecho que el que esto escribe haya dilatado su llegada a casa y la consiguiente crónica diaria. Hoy se nos ha unido a las proyecciones Xavi, de
Después de 1984, y Alberto, quien escribe las crónicas en
Cine Latino y hemos podido departir con dos grandes y geniales cinéfilos como Domingo López y Bea González, antes y después de las proyecciones.
Magic Magic (2013), de Sebastian Silva
Empezamos con esta coproducción chileno-estadounidense que si bien parte de una premisa ya explotada pero interesante, como es la percepción de una realidad diferente de la verdadera, naufraga a partir de la segunda mitad, y en especial en su último tramo. Si bien es cierto que está bien interpretada por todos, en especial Juno Temple (con fijación por desnudarse), y Michael Cera (con fijación por los personajes raros), los personajes no parecen tan interesantes, unidimensionales y faltos de cualquier empatía con el público hasta que ya dejan de interesar hacia la mitad del metraje, y eso los que aguantan tanto interés. No podemos decir que es mala, pero tampoco que sea buena, lo que la deja en tierra de nadie. Por supuesto no es de lo peor del festival, en eso tiene mucha competencia...
Nota: 5/10
The Green Inferno (2013), de Eli Roth
Se esperaba como una de las grandes bombas del festival, y si bien es cierto que tampoco es para tanto, ni en gore ni en salvajismo, la nueva propuesta de Roth es un divertimento cafre con gotitas de mala leche, de nuevo contra sus compatriotas y su visión simplista del mundo, tal como hacia en Hostel, pero mejor. Estupenda en su parte pre-tribu y más irregular en el cautiverio, el no tomarse ella misma en serio, y su vena macarra la hacen coger una simpatía especial, y es que se nota que el tandem Eli Roth-Nicolás Lopez se lo pasan bien haciendo películas. Atención a los actores fetiches del chileno, Ariel Levy y Nicolás Martínez, de lo mejor del reparto y al crecidito Daryl Sabara y su escena con la tarántula.
Nota: 7/10
The Jungle (2013), de Andrew Traucki
Poco se puede salvar de esta película con el sobado formato del found footage, que aquí está mas desaprovechado que nunca. Siguiendo los tópicos y el esquema del subgénero / formato, la película resultante es una versión estúpida del programa de la televisión española, Frank de la jungla, y como ha dicho El último blog a la izquierda, Frank acojona más. El protagonista es un obseso y maniático estudioso científico que quiere salvar al leopardo de Java, por lo que le da igual dejar a su mujer y largarse cuando le da la gana o arriesgar la vida de su equipo en decisiones tan absurdas como incoherentes. Un auténtico aburrimiento que ha recibido unánimes pitos y abucheos, lo que la convierten en una de las candidatas a peor película del festival. Y no me extraña.
Nota: 2/10
Blind Detective (2013), de Johnnie To
Con cierto recelo, debido a algunas críticas negativas o poco entusiastas, he entrado a ver la nueva película del maestro To, finalmente ausente de Sitges por razones desconocidas tras darse la noticia de su presencia. Pero no, al final la película me ha convencido, a pesar de un par de detalles chirriantes, como por ejemplo la excesiva duración, de 130 minutos, ya que hubiese ganado con 10-15 menos algo más de frescura y agilidad narrativa, compensada, eso sí, por los cambios de localización entre Hong Kong, Macao y Zhuhai. No sería aventurado decir que la elección de la pareja Andy Lau-Sammi Cheng es vital para la película, por cuanto la química entre estos dos intérpretes es sencillamente brutal, ya en otras películas del director hongonés, cuyo máximo exponente podría ser Yesterday Once More. Lástima de la ausencia de To, pero alegría por verle de nuevo en forma.
Nota: 7/10
Drug War (2012), de Johnnie To
Y la última película del día ha sido la segunda de Johnnie To que podemos ver en el festival, y la que está más cercana a la identificación que de él hay a nivel global y en Sitges en particular. No olvidemos que sus primeros triunfos en Sitges fueron Breaking News en 2004 y Election en 2005 (en los que ganó el premio a mejor director, y en el mismo 2005 disfrutó de una retrospectiva de su obra). En esta ocasión To viaja por primera vez ( y por primera vez nos referimos a completamente en la película) a la China continental para ofrecernos una áspera trama policial contra el tráfico de drogas en la que Louis Koo y sobre todo Sun Honglei nos brindan unas interpretaciones sublimes con un telón de fondo menos glamuroso y más decadente si cabe que los bajos fondos de Hong Kong retratados por To en sus famosas películas anteriores. Una alegría reconfortante saber que el maestro ha conseguido burlar, en cierto modo, la censura del gigante asiático y crecer en su visión e interpretación del submundo criminal, sea a nivel local (Hong Kong) o más global (China), lo que, y si en el futuro hay cierta relajación en la censura china, nos podría hacer disfrutar de muchas más propuestas de este tipo a lo largo y ancho del territorio chino.
Nota: 8,5/10