Reseña escrita por M. Blaya
La vida de la narradora, una chica de Corea del Norte no es fácil, sufre con el alejamiento forzoso de su padre, enfrascado en el cumplimento de su deber; observa los sacrificios que toda su familia y sobre todo su madre deben hacer, le cuesta comprender que su madre dé tanto de sí sin recibir nada a cambio, y que su padre, que les quiere, voluntariamente les deje de lado por el trabajo.
Tenemos aquí una historia de avance personal, sobre la manera en que se forja el carácter de un personaje, y si bien el resultado al que llegamos al terminar el film nos puede parecer algo disfuncional viviendo nosotros en un Estado de Derecho, no deja de ser arquetípico, pues el héroe, en este caso una buena chica, elige lo que está bien frente a lo que está mal, va asumiendo qué es lo realmente importante, y que contribuir al bien común también es algo que la puede hacer sentirse orgullosa de sí misma. El inconveniente más grande que se le puede encontrar al tramo final de la película es el aspecto propagandístico y su loa del líder de la nación lo que resulta al final patético, pero sin olvidar que es una película realizada para el pueblo norcoreano sumido en un régimen alienante en el conjunto de su vida diaria.
Principalmente es un drama, los personajes se enfrentan a obstáculos y siguen adelante con sus vidas, aunque también tiene momentos más ligeros, incluso divertidos, que dan un pequeño respiro a alguno de los miembros de la familia. Parte de esa comicidad proviene de la protagonista, de los equívocos respecto a su padre y los comentarios que realiza a otros personajes sobre él. Y también de la comedia física, llevada a cabo con algo de torpeza excepto por el padre, que realizan los otros miembros de la familia. El resto de situaciones que pueden llevar a la sonrisa al espectador parecen forzados, introducidos para entretener al público, puesto que no dejan de ser pequeñas desgracias que los protagonistas no ven desde fuera.
En la película también podemos ver retazos de cómo es esa sociedad, no tan diferente a las demás de su entorno en cuanto a los comportamientos sociales. Esto se puedo ver en pequeñas cosas, como en la escena del picnic, cuando la protagonista se siente avergonzada por la comida que su madre les ha preparado para ese día; o en la pasión que tienen por el futbol.
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