En los últimos tiempos ha proliferado un subgénero, el de la venganza, subgénero que tuvo su primera época dorada a finales de los 70 y hasta mediados de los 80 con propuestas interesantes y también como simples excusas argumentales para ofrecer recitales de violencia gratuita (o no).
Ciñéndonos al cine surcoreano, la trilogía de la venganza de Park Chan-wook, de claro éxito en diferentes partes del mundo, con el más claro referente de Oldboy, premio a la mejor película en la 37ª edición del Festival de Sitges y Gran Premio del Jurado en el Festival de Cannes, tocó ese tema de manera más clara y dura, siendo acusada su última parte, Sympathy for Lady Vengeance por varias voces como apología de la violencia.
Ciñéndonos al cine surcoreano, la trilogía de la venganza de Park Chan-wook, de claro éxito en diferentes partes del mundo, con el más claro referente de Oldboy, premio a la mejor película en la 37ª edición del Festival de Sitges y Gran Premio del Jurado en el Festival de Cannes, tocó ese tema de manera más clara y dura, siendo acusada su última parte, Sympathy for Lady Vengeance por varias voces como apología de la violencia.
Años después de eso, nos encontramos con Bedevilled, alejada del cine de Park Chan-wook tanto en aspectos formales como en motivaciones, aquí nos presenta a Hae-won, una mujer joven que trabaja en una entidad bancaria tremendamente antipática y grosera. Una mujer que no deja de recibir llamadas de alguien con quién no quiere hablar. Tras unos problemas en el banco y haber presenciado un asesinato, su jefe la conmina a tomarse unas vacaciones y ella decide irse a una pequeña isla, dónde vivía su abuelo ya fallecido unos años atrás. Allí se encuentra con Bok-nam, su amiga de la infancia, una mujer vejada, maltratada e humillada por todos, desde su marido, pasando por el hermano de éste y las mujeres mayores del pueblo, quienes mantienen un sistema patriarcal en el qué la mujer debe estar sometida al hombre.
Al principio de la película se nos muestra Seúl y a una mujer, Hae-won, en un ambiente urbano, una mujer cobarde, pues presencia un asesinato y es incapaz de declarar en contra de los sospechosos por miedo. Un miedo y una cobardía que la ha acompañado toda su vida, creando ese caparazón de dureza y egoísmo, cómo se seguirá viendo a medida que avanza la película. Mientras Bok-nam, resignada a vivir en ese ambiente infernal con su hija pequeña tras algún intento de escaparse, verá un rayo de luz gracias a la prostituta que viene del continente a tener relaciones con su marido. Es a raíz de los sucesos que ocurren a continuación cuando la película da un giro y del drama rural pasa al thriller de venganza, un momento que convertirá a Bok-nam en un ser sin esperanza y con la venganza como único propósito hasta llegar a un final inevitable y doloroso.
Bien construida, adolece en cambio de algunos cambios de ritmo algo precipitados y de un final poco convincente a mi parecer. Pero todos los defectos son tapados por sus virtudes como una dirección vigorosa y unas interpretaciones en su mayoría correctas que hacen de Bedevilled una película interesante y coherente con el desarrollo de la historia. Una crítica hacia la sociedad coreana, probablemente más al entorno rural pero no por ella inaplicable a una ciudad, y la falta de sensibilidad y solidaridad de la gente hacía otras personas.
Bien construida, adolece en cambio de algunos cambios de ritmo algo precipitados y de un final poco convincente a mi parecer. Pero todos los defectos son tapados por sus virtudes como una dirección vigorosa y unas interpretaciones en su mayoría correctas que hacen de Bedevilled una película interesante y coherente con el desarrollo de la historia. Una crítica hacia la sociedad coreana, probablemente más al entorno rural pero no por ella inaplicable a una ciudad, y la falta de sensibilidad y solidaridad de la gente hacía otras personas.
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