De nuevo desde Asia
Cine cubrimos el festival de cine fantástico más importante. Este año, a
diferencia de los anteriores, no habrá post diario sino que estará dividido en
cuatro partes, las dos primeras hoy y mañana, y las dos restantes a la
finalización del festival.
Como viene siendo
habitual podéis encontrar mucha más información y críticas en nuestro otro
blog, Cine Latino, en el que
Daniel nos hace post diarios, así como en los imprescindibles Después de 1984 y Lost Highway Blog, que hacen
lo propio, bajo la batuta de nuestros compañeros y amigos Alan Smithee, BCNdays
y David Amorós.
Y ahora entramos en
materia:
HOLY MOTORS, de Leos
Carax
"Holy Motors"
narra 24 horas en la vida de un ser con múltiples caras: asesino, mendigo,
ejecutivo, monstruo, padre de familia... El protagonista tiene una identidad
completamente distinta en cada una de estas vidas. Encarna personajes como si
se tratase de una película dentro de una película. ¿Pero dónde están las
cámaras, el equipo de cine, el escenógrafo? ¿Y dónde está su casa, su refugio?
La primera película de la
presente edición del festival vista por estos ojos mostró los aspectos
positivos del cine de autor. Originalidad, universo propio, un alejamiento de
los aspectos formales del cine industrial, una cierta dosis de mala leche y saltarse
los márgenes de lo politicamente correcto sin dejarse seducir por lo fácil y
sencillo. Cuidada, milimetrada e interesante, sin duda la película pierde un
poco el rumbo sobre mitad de película, pero todos sus defectos se ven
eclipsados por una grandiosa actuación del actor fetiche Denis Lavant, y una
sapiencia a la hora de colocar la cámara del director francés.
Nota: 7/10
V/H/S, de
David Bruckner, Glenn Mcquaid, Radio Silence, Joe Swanberg, Adam Wingard y Ti
West
Unos ladrones de poca monta son
contratados para sustraer unas cintas de vídeo que se hallan en una casa
abandonada. Al llegar allí, la banda comprende que el encargo no será tan
sencillo como parece: en la casa les espera un cadáver rodeado de televisores y
viejos VHS que contienen extrañas y aterradoras grabaciones.
Con el estigma de las películas de episodios a
cuestas, V/H/S logra superar a la media en una tarea prácticamente imposible,
lo que se traduce en una estimable propuesta que homenajea a ese aparato que
nos acompañó (o acompaña, yo aún tengo tres en casa), en nuestros primeros
escarceos con los vídeos domésticos, y más meritorio aún si tenemos en cuenta
que es del género found foootage, explotado hasta la saciedad en los últimos
tiempos. Con un punto de partida estimulante y unas transiciones dinámicas, dos
historias tienen el honor de ser las mejores, Amateur Night de David Bruckner,
en la que unos adolescentes aprenderán a las malas que no es siempre
recomendable una noche de sexo fácil, y 10/31/98, en la que un grupo de amigos
que van a una fiesta de disfraces se colarán en la casa equivocada. Bastante
recomendable.
Nota:6,5/1
AFTERSHOCK, de Nicolás López
Un joven apodado Gringo (Roth) está
pasando unas vacaciones de lujo en Chile, pese a que no ha conseguido ligar con
ninguna chica. Cuando él y sus amigos logren al fin que unas mozas los
acompañen en el viaje, un terremoto convertirá las idílicas vacaciones en
una auténtica pesadilla
Apadrinado en
esta ocasión por Eli Roth, también actor de la cinta, López consigue un
cocktail-refrito de varias películas ya vistas, pero que no molesta ni ofende.
Es más, se deja ver con cierto agrado a pesar de la sensación de ya visto. Tras
parecer al principio una prima de Resacón en Las Vegas, tras el maremoto (o
tsunami en lenguaje cool), la cinta se convierte en una historia de
supervivencia en la que no se vislumbran buenos momentos para el grupo
protagonista, compuesto por un par de húngaras, una rusa ("nuestra"
Natasha Yarovenko), dos chilenos (los habituales del director Ariel Levy y
Nicolás Martínez) y el yankee interpretado por Roth, a quien David Schwimmer
debería pedir royalties por calcar su papel de Ross Geller. Entretenida es,
pero su falta de originalidad la condena a ser olvidada tras el visionado.
Nota: 5,5/10
MOTORWAY, de Soi Cheang
Sean es un policía novato, ansioso por
demostrar su destreza al volante. La oportunidad le llega al perseguir a
Jensen, un “chofer de criminales” (sí, el mismo oficio que tenía el
protagonista de Drive) que nunca ha sido atrapado. Tras una frenética carrera,
Sean logra detenerlo; pero su alegría durará poco: todo formaba parte de un
plan de Jensen para entrar en la cárcel y luego fugarse junto a otro recluso.
Con el orgullo herido, Sean se dirige al veterano Lo, que durante años fue
detrás de Jensen, para trazar un plan que haga caer al fittipaldi.
De igual manera que la
anterior película, nos encontramos con un producto de usar y tirar, que olvida
los planteamientos básicos de una película, que son entretener y emocionar al
espectador. A no ser, claro que uno sea un fanático de los coches y se conforme
con eso. No se puede basar todo en lo bonita y espectacular que es Hong Kong y
lo molones que son sus carreteras y sus coches. Carente de empatia para con el
espectador y de un argumento minimamente coherente, Motorway se estrella, nunca
mejor dicho, contra su propia productora, la Milkyway de Johnnie To, que en
esta ocasión presenta la peor película vista de la factoría por el que esto
escribe. De todas maneras no es una película horrible ya que al menos no está
mal hecha.
Nota: 5/10
IRON
SKY, de Timo Vuorensola
A finales de la Segunda Guerra Mundial un grupo de científicos nazis lanzaron
un cohete en dirección a la cara oculta de la Luna. Una vez allí, establecieron
un campamento secreto que les permitió recomponerse y formar un nuevo ejercito.
2018 es el año que han escogido para regresar a la Tierra, con una misión muy
clara: dominar, de una vez por todas, a la Humanidad.
Película Sitges al
100%, esta demencial comedia que no se casa con nadie, crítica y ácida, pero
que al final es menos fiera de lo que se pinta, venia precedida por un
argumento arrebatador con momentos de antología, pero que se ve lastrada por
otros momentos que rayan en la vergüenza ajena y la hacen bajar el baremo de
nota, también y sin duda beneficiada por el efecto Sitges, repleto de aplausos,
risas, y también por el show de su director antes de la proyección y su reparto
de camisetas. Curioso que gente saliera antes de acabar la proyección para
agenciarse una. Desde luego Vuorensola se sabe vender.
Nota: 6/10
MANIAC, de Franck
Khalfoun
Frank lleva una vida solitaria como
propietario de una tienda de maniquíes. A primera vista, parece incapaz de
matar una mosca. Sin embargo, hay algo profundamente turbador en su mirada; un
secreto oscuro y perverso que resurgirá tras su encuentro con Anna, una joven
artista acude a él en busca de ayuda para una exposición.
Remake del mítico film de 1980 dirigido
por William Lustig, presente en Sitges junto a Franck Khalfoun, su homónimo en
el remake y Frodo Bol... perdón Elijah Wood, que presentaron la película y
recibieron (el 1º y el 3º) sendos premios. Entrando en materia lo primero es
dejar claro que no soy fan del original, la vi hace poco por primera vez, y
está claramente envejecida, aunque de forma muy probable en su momento fuera
vista con otros ojos, sobre todo en EEUU y Nueva York, con el auge de los
asesinos en serie, como el Hijo de Sam. No puedo decir que este Maniac 2012 sea
una película horrible, pero tampoco que sea buena. Me parece falta de ritmo,
con un actor mediocre, que si bien es cierto no sale mucho, por el (exagerado)
uso de la visión subjetiva, tanto su forma de interpretar con la voz como las
contadas ocasiones que aparece mantiene un tono monocorde y alejado
completamente de la realidad. Como datos positivos el alto grado de gore,
violencia e incluso desnudos que la aleja de los parámetros actuales mucho más
represivos (de manera indirecta) que en los ya lejanos 70's y 80's, y una estupenda banda sonora.
Nota: 5,5/10
Con Maniac
terminamos la primera entrega de nuestra cobertura del Festival de Sitges. Mañana
la segunda parte con más y mejores (solo alguna, para que nos vamos a engañar)
películas.
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