domingo, 6 de diciembre de 2009

Reseña: Deseo, peligro


Tras unos años haciendo exclusivamente cine estadounidense, el director taiwanés Ang Lee volvió a dirigir una película “china” contando con un tema tan interesante como la ocupación japonesa en el país durante la Segunda Guerra Mundial. A pesar de no ser un director que me convenza al tratar ese interesante periodo y contar en el reparto con un talento de la talla de Tony Leung Chiu Wai despertaron en mi bastantes ganas de verla.

¿Pero pasa la prueba Deseo, peligro?, pues si y no. Si porqué la primera parte de la película es una estupenda combinación de cine político y thriller y no porqué la segunda mitad se convierte en una historia de amor enfermizo redundante y soporífera con las continuas y famosas escenas de sexo que despertaron el morbo del espectador incluso antes de que se estrenara el film. Unas escenas, dicho de paso, que no aportan gran profundidad a la trama.

La película nos sitúa en los momentos de ocupación japonesa en China en y nos cuenta la historia de varios estudiantes chinos que huyen a Hong Kong ante dicha ocupación. Entre estos estudiantes se encuentra Wong Chia Chi (Tang Wei), joven que ingresará en la compañía de teatro debido a su atracción por Kuang Yu Min (Wang Lee-hom), y más tarder en la banda que forman estos mismos para asesinar a un colaboracionista de los japoneses, el Sr. Yee (Tony Leung Chiu Wai). Para conseguir este objetivo Chia Chi comenzará a preparar el papel de esposa de un comerciante, la señora Mak, y entablar amistad con la esposa de Yee (Joan Chen), acercándose poco a poco a él quien se verá irresistiblemente atraído por ella. Pero el ascenso de Yee provocará su traslado a Shanghái antes de poder consumar la relación y asesinarlo.

Hasta ese momento la película mantiene un ritmo alto e intenso, la obra de teatro que representan en el teatro, las partidas de Mahjong con la señora Yee y sus amigas (elemento importante en la película y que tendrán después su continuación en Shangai), la perdida de virginidad con el único miembro del grupo con experiencia sexual para preparar un posible encuentro con el Sr. Yee y toda la preparación del asesinato en Hong Kong con el clímax final en el apartamento que sirve de tapadera para los estudiantes en el que se produce la muerte violenta y áspera de uno de los personajes, momento este que cerrará la parte hongkonesa y nos trasladará a Shanghái un tiempo después.

En Shanghái Chia Chi se reencuentra con Yu Min, ahora convertido en agente de la resistencia quien le pide continuar la misión y eliminar al Sr. Yee a lo que ella accederá volviendo a entablar contacto con el matrimonio y seduciendo al marido con el que tendrá tórridos encuentros sexuales, que por otra parte han levantado polvareda y que bajo mi punto de vista son bastante prescindibles y se apoyan más en el morbo que en una autentica necesidad puesto que tanto Leung como Tang Wei consiguen con sus interpretaciones y miradas sumergirnos de lleno en sus personajes sin necesidad de añadidos superfluos. También nos encontramos con su relación nunca consumada con Yu Min que siempre ha antepuesto sus sentimientos patrióticos al amor por ella utilizándola de igual manera que la utiliza el resto del grupo y la resistencia para llegar a Yee.

Justo sería decir, por otra parte, que en esta parte de la película hay dos momentos absolutamente brillantes, la escena en el restaurante japonés con Chia Chi cantando para Yee realmente conmovedora y el momento en la joyería, cuando ella se da cuenta de que de verdad él la ama y le avisa de que se vaya antes de que atenten contra su vida lo que provocará un final amargo.

En suma una película que se queda a las puertas de ser una referencia, rodada con un sobrio estilo clásico y que cuenta como elemento más destacado con unas interpretaciones impresionantes de la joven debutante Tang Wei y sobre todo de Tony Leung Chiu Wai, uno de los mejores actores asiáticos de la actualidad.

1 comentario:

Edgar dijo...

realmente floja y largísima, y lo peor todavía tengo que encontrar una película de Ang Lee que justifique la fama que tiene