martes, 15 de diciembre de 2009

Reseña: Turn Left, Turn Right


Turn Left, Turn Right no es una comedia romántica y tampoco un drama romántico, es una película romántica, sí, pero alejada de ideas preestablecidas, con dos personajes, interpretados de manera extraordinaria por Takeshi Kaneshiro y Gigi Leung, alejados de la realidad en su propio mundo hasta que en una serie de casualidades se encuentran para descubrir que no es la primera vez que lo hacen. Basada en un libro ilustrado de Jimmy Liao, fue la primera película producida por la división asiática de la popular Warner Bros..

Takeshi Kaneshiro es un violinista con talento pero sin suerte y Gigi Leung una traductora de polaco también talentosa, el azar hará que los dos se reencuentren en un parque y descubran que años atrás, siendo ambos niños también se sintieron atraídos el uno por el otro, pero un suceso les hizo separarse hasta el momento del reencuentro. Tras una repentina lluvia la joven pareja decide separarse y volver a sus casas pero antes se intercambian los números de teléfono. La mala suerte hará que los números se les mojen hasta ser ilegibles y a partir de ese momentos una serie de circunstancias azarosas, e incluso con intervención humana, les hará vivir separados a pesar de vivir en el mismo bloque de edificios.

¿Qué hace diferente a esta película?, para empezar y ciñéndonos al hecho de ser una producción de Johnnie To no hace gala de grandes alardes técnicos y no está rodada en Hong Kong, en esta ocasión To se traslada a Taipéi, la capital de Taiwán, a una ciudad diferente, un estilo de vida diferente, una urbe colosal que acrecienta la sensación de soledad que padecen los dos protagonistas. ¿Cómo encontrarías a tu alma gemela en una ciudad de más de dos millones y medio de habitantes?.

No siendo una comedia romántica la película si ofrece algunos momentos de distensión, protagonizados sobre todo por el médico pretendiente de ella y la repartidora de comida enamorada de él, empeñados en separarlos por sus propios intereses. También y de manera lógica hay momentos dramáticos ya que en algunos momentos es imposible no sufrir viendo a la pareja infeliz por no poder estar juntos.

Otro de los aciertos del film es la imprevisibilidad sobre el desenlace del film, hasta el último minuto de la película ni el espectador más avezado podrá prever que pasará, otorgando un halo de intriga que hace crecer el interés por la película. Y grandes culpables de esto son los dos intérpretes principales, los cuales ofrecen una labor impecable sin estridencias ni exageraciones de ningún tipo siendo conducidos de una manera coherente y tremendamente empática para con el espectador.

Para terminar este análisis me quedaré con tres escenas, una del personaje de Kaneshiro, en el coche con la chica que lo intenta ligar y a la que él ve como un monstruo, lo que nos da una idea muy certera del personaje y su búsqueda de algo más que el rollo de una noche. La segunda del personaje interpretado por Leung, traductora de un libro de terror polaco cuando le comenta a su jefe, después del error que supone haber traducido el mismo tomo que él, que no quiere traducir el segundo porque tuvo tanto miedo que hubo de cambiar de casa. Y la última y más importante, ella recitando el poema polaco Milosc od pierwszego wejrzenia (Amor a primera vista) que más tarde recitará el en una escena que llega al corazón

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