viernes, 25 de julio de 2014

Crónica Nits de Cinema Oriental -Día 5

Con este post acabamos nuestro repaso por las Nits de este año. Al final el último día al que asistimos fue el penúltimo del festival, y en el que pudimos ver 6 películas, y porque nos retiramos al empezar Gun Caliber, que sinceramente no pintaba muy bien y el cansancio hacía mella. Esperamos ya sin dilación al año que viene. Un año que para la organización del festival será el de la profesionalización del modelo que cree idóneo. Pero antes de eso este 2014 ha visto como la ganadora ha sido el drama con tintes deportivos Unbeatable, una de las representantes hongkonesas y que se llevó el Gato de la Suerte. Detrás quedaron la coreana Cold Eyes, la india Dhoom 3, la también hongkonesa Once Upon a Time in Shanghai y la filipina Graceland. La crítica también votó, servidor tuvo el honor también y quedó así: The White Storm la mejor, seguida de Unbeatable y KL Gangster 2.

El festival nos informó además del crecimiento un 20% en espectadores, llegando a los 8000 procedentes de todas partes de Cataluña e incluso del resto de España, huérfanos de cine asiático en nuestras pantallas. Otro de los aciertos del festival fue traer invitados como Andrew Leavold que presentó el documental The Search for Weng Weng y el director y actor de Fake Fiction, Shao Xiaolin y Zhang Songwen respectivamente. También se han establecido vínculos con la industria como la mesa redonda sobre distribución de cine asiático en España que contó con la presencia de Selecta Visión, Media3, Isaan Entertainment y A contracorriente Films. Así mismo, distribuidoras internacionales como Distribution Workshop y Universe eligieron las Nits para el estreno de sus películas Unbeatable y The White Storm. Yash Raj también confío en Vic para la premiere española de Dhoom 3.

Y sin más dilación las últimas reseñas:


La primera película del día fue Fake Fiction, una comedia con elementos dramáticos sobre un mago que recibe la visita de una niña que dice ser su hija. En medio de estafas, amores (im)posibles y un villano muy malo nos encontramos con una agradable película que si bien no pasará a la historia si que te deja un grato sabor de boca. La presencia del actor Zhang Songwen y el director Shao Xiaoli qué pidieron además hacerse una foto con todos los espectadores fue un acierto puesto que fueron muy simpáticos, cercanos y agradables. Precisamente antes del inicio de Dhoom 3 junto a los compañeros Omar, de Terror Weekend, y Albert, de Katanas y colegialas, pudimos hacerles una entrevista que resultó de lo más curiosa.


Tras China tocaba Tailandia con Pee Mak, una comedia basada en la popular historia de la esposa fantasma, Nang Nak. En esta ocasión la parodia se adueñaba de la pantalla con algunos (pocos) toques de terror para añadir a tres amigos del protagonista bastante bobalicones y referencias anacrónicas por doquier, ya fuera de cine, de historia o cualquier cosa. La sensación final que deja es agradable pero lejos de ser una comedia de referencia por cuanto en determinados momentos emplea un humor de trazo grueso o soez que no aporta nada de nada. Eso sí, en realización casi impecable.

 

Lootera fue la siguiente. Una producción india muy dura, y dura por lo aburrida que llegaba a ser. Ambientada en dos épocas diferentes, una antes del intermedio (indio) y otra después, la historia de un amor imposible entre un estafador que se hace pasar por arqueólogo y la hija de un terrateniente con la época del fin de los privilegios de fondo tenía elementos para ser una gran película pero el melodrama tan extremo y las imágenes tan lánguidas convierten la película en una tortura como bien dice la canción "Torturador", que suena durante la misma.


Ya estábamos en el ecuador y llegó Silent Witness, un thriller judicial chino con dos estrellas, el continental Sun Honglei y el hongkonés Aaron Kwok como cabezas de reparto. A veces farragoso, a veces rozando el absurdo, consigue ser un entretenimiento digno y una muestra de que en China también se hace un tipo de cine más comercial y que escapa a los rigurosos controles del gobierno. Los tres protagonistas, incluyendo a la guapa Yu Nan, protagonista entre otras de la boda de Tuya o vista en Los mercenarios 2, están a un nivel estupendo.


El plato fuerte de la noche fue Dhoom 3, una de esas superproducciones indias que no reparan en dinero para ofrecer el no va más. Con una primera parte vibrante y espectacular que te deja casi sin aliento pasamos a una segunda parte pausada, introspectiva y aburrida. Y es que si después de una hora y veinte de desenfreno visual cambiamos a otra de diálogos, tramas enrevesadas e investigación la cosa puede saturar y más teniendo en cuenta que el guión tampoco es un engranaje perfecto sino que debe servir de vehículo a la historia. De todas maneras en el global cumple pese a que en ciertos momentos parecía que no acababa nunca.


Para terminar con las Nits 2014, al menos para el que esto escribe, tocaba despedirse con la película india rodada en Barcelona, Bcn Knockout!, y admito que si entras en el juego lo debes pasar bien. Pero es que a mi personalmente no me lo pusieron fácil para entrar pues a vi como un engendro sin pies ni cabeza, con una historia algo hilvanada pero con una sucesión de escenas intentando ser espectaculares o aprovechar el rodaje en Barcelona (y alrededores y vete saber donde más). La curiosidad es que está rodada aquí, pero a los 10 minutos eso se olvida y solo sufres deseando que acabe, a pesar de sus 85 minutos de duración. La música, horrenda.

lunes, 21 de julio de 2014

Crónica Nits de Cinema Oriental 2014 - Días 3 y 4

Continuamos con la crónica de nuestro paso por las Nits de Cinema Oriental 2014. En esta ocasión con la tercera y cuarta jornadas y con varias de las mejores películas del festiva. 


En primer lugar tocaba una de las películas más esperadas, el documental australiano The Search for Weng Weng presentado como el anterior día por su director Andrew Leavold, un auténtico friki, si se me permite utilizar esa expresión. Ex propietario de un videoclub trash a más no poder, el ínclito Andrew, todo el tiempo con una cerveza en la mano y amable y campechano, explicó sus filias por las películas filipinas de aquella época y demostró que efectivamente es un gran experto en ese cine. Y que decir del documental, una maravilla hasta para los que conocemos a Weng Weng solo de oídas, un retrato no ya solo de un hombre utilizado sino de una época político-social-cinematográfica, algo que reiteramos, y que merece ser visto en todos los lugares posibles. Una búsqueda de casi una década por parte del australiano que, en primer lugar, saca todo su amor por el cine y su perseverancia para conocer los detalles oscuros de unos momentos de esplendor entre el bizarrismo y hasta cierto punto un retraro de la lucha de clases de un modo lúdico. Andrew Leavold afirmó por activa y pasiva que volverá el año que viene a Vic. Lo esperamos y deseamos porque es una figura que merece la pena conocer.


Tras el desenfreno y la locura llegó A Time in Quchi, la única película taiwanesa del festival tras ser la cinematografía invitada en la pasada edición. Lamento decir que la taiwanesa es una película aburrida y que en la primera de sus casi dos horas de metraje no pasa prácticamente nada. Un niño con los padres en proceso de divorcio va a pasar el verano a casa de su abuelo y a experimentar vivencias. A partir de aquí todo es de manual de guión, dilatar la película y de repente un suceso dramático que se ve venir a leguas para acabar con más o menos otro tópico a medias. En si es un vano intento de sacar la lágrima fácil y lo que podría haber sido una bonita historia de aprendizaje se convierte en un aburrimiento para las sobremesas. Aún así es bueno que el festival programe películas de todo tipo, por supuesto.


La penúltima del día fue KL Gangster 2, de la que se vio la original (aunque realmente esta es una precuela) hace dos años en el festival. Sin haber visto la primera para juzgar, esta es acción pura y dura, peleas intensas, explosiones increíbles, persecuciones llenas de adrenalina y personajes carismáticos desde el primero al último. Esta historia filial con dos hermanos enfrentados en diferentes bandas tiene momentos sublimes y mezcla de manera acertada la acción con el humor. Ya la primera escena con la brutal batalla entre bandas en esa decadente y llena de carisma (y así es por propia experiencia) Kuala Lumpur te da las claves de por donde va la película. Ahora a recuperar la primera parte y esperar que nos llegue el spin-off en clave de humor por lo que parece, ¿a las Nits 2015?.


Para rematar la noche y tras cena coreana bastante rica tocaba Cold Eyes, remake de la hongkonesa Eye on the Sky. Durante 3/4 del metraje la película mantiene el tipo, aun siendo inferior a la original, para luego empezar con la retahíla de incoherencias y escenas rizando el rizo tras una puesta al día de la famosa escena del martillo de Olbdoy, aquí con cuchillo. Mal endémico de los thriller coreanos es su absurda costumbre de diltar las películas y añadir metraje para que al tener 120-130 minutos parezca mejor y más elaborada. En eso, la mayoría de veces y comparando con los hongkoneses, sobre todo al ser este un remake, es algo superfluo ya que contado en 100 minutos sin paja es mucho mejor y más concisa. Lástima porque hace bajar mucho el listón de ese principio trepidante. A los fans les gustará mucho el cameo final.


El día siguiente comenzó con la adaptación a animación de Una historia china de fantasmas. Una película realmente apta para niños y no al mismo tiempo. Violenta en algunos aspectos, trangresora en otros, muy extraña en general se beneficia de un final espectacular y resulta simpática por ese humor muy cercano al anime japonés ochentero ya que recordemos es una producción de 1992. Inferior lógicamente a la protagonizada por Leslie Cheung si que mantiene su interés y se va valorando más con el paso de los días. Un acierto recuperar estas películas difíciles de poder ver.


Los clones (o La saga) de Bruce Lee es cine de otro mundo. Metacine, cine dentro del cine, lisérgica, increíble, gratuita, penosa, patética, aprovechada. Un chute desde los créditos del principio. Una película con 3 clones de Bruce Lee que no se parecen entre si, dos científicos locos, hombres de bronce, dos enfermeras buscando cables, luces de la muerte, hierba venenosa para decorar, una colección de chicas salidas del Playboy hongkonés, esbirros con bigotón, un productor de cine malvado y Bolo Yeung. ¿Que puede salir de eso?. Algo inenarrable que no admite segundas tomas. Como diría Ed Wood "a positivar". Se tiene que ver pero si es posible bajo los efectos de algo y en compañía de más gente.


Amistad filial, heroic bloodshed, sinónimos del cine de acción de Hong Kong que tuvo su máximo exponente a partir de los 80 y que llevaba varios años en un bajón continuo. Bajón que The White Storm dinamita con ese trío de figuras que son Louis Koo, Lau Ching Wan (o Sean Lau) y Nick Cheung. Cuatro policías hongkoneses (uno infiltrado) van a Tailandia para capturar al más escurridizo capo de la droga, pero una vez allí y entre traiciones y errores la tragedia se cierne sobre ellos. Cinco años después el pasado vuelve para perseguir a los supervivientes de aquello. Resumido podría parecer que es una historia del montón pero no, la elaboración argumental es total, las relaciones entre personajes hilvanadas alrededor de esa canción que cantan en los momentos más duros los tres personajes (y amigos) protagonistas. La acción está dosificada tanto al principio como a la mitad y al final, siendo los otros momentos más cercanos al drama y thriller. Pero cuando ese trío se apodera de la pantalla todo se vuelve brillante (y rojo de la sangre salpicando). Como escribí en twitter, deseo que esto signifique una nueva y brillante etapa en uno de los mejores cines de acción del mundo (y de la historia).


Por partida doble y ahora en la Bassa venía Nick Cheung en este día de Hong Kong, presentado por la responsable de la oficina comercial en Bruselas. Un día, el más esperado, y que trajo dos de las mejores películas (incluso tres aunque Once Upon a Time in Shanghai ya la había visto en Hong Kong) del festival. Aquí en Unbeatable, a la postre ganadora del premio del público, nos adentramos en un drama con tintes actioner por las peleas de los protagonistas en el MMA, pero que no deja de ser una historia de superación al estilo Rocky. Historias entrecruzadas entre continentales y hongkoneses, un canto a la solidaridad y al cariño que está en ocasiones a punto de bordear el ridículo pero que se sobrepone a ello y nos encumbra a Nick Cheung como el ídolo de la jornada (y quizás del festival por la calidad de sus interpretaciones). Lo verdaderamente increíble es que películas como esta o las anteriores no tengan distribución en España, pero unas cosas y otras, quizás también los prejuicios del espectador medio y la falta de identificación con un boxeador chino pero no con uno de Philadelphia puede jugar en su contra. Lástima.

Y en breve la crónica final de este ya gran festival.

viernes, 18 de julio de 2014

Crónica Nits de Cinema Oriental 2014 - Días 1 y 2


Por segundo año consecutivo desde Asia Cine cubrimos las Nits de Cinema Oriental, único festival especializado en el cine asiático de toda España y que ya llega a la 11ª edición con una programación cuidada y un crecimiento año tras año con ese equipo de primera linea que hará que la edición que viene, según palabras de la organización y la administración local, el salto cualitativo sea notorio si cabe. Desde aquí deseamos que eso sea posible ya que el esfuerzo, las ganas y la ilusión son de un festival de primer orden.


Y a partir de aquí ya nos dedicamos a las películas vistas durante las dos primeras jornadas de festival, inauguradas con cine filipino, país invitado a esta edición. La primera de las propuestas fue Graceland, un thriller filipino inmerso en una de las mayores lacras de muchos países y en especial del Sudeste Asiático como es la prostitución de menores. Marlon, el joven chófer de Changho, un discutido político, ve como su hija es secuestrada confundida con la hija de este lo que provoca una situación tensa que se irá agravando con el paso de las horas. Trama construida al milímetro, sirve como propuesta de entretenimiento y crítica social a pesar de ciertas concesiones al sensacionalismo


Justo después tocaba Kabisera, ambientada en una de las zonas más lúgubres, fotográficamente hablando de Filipinas y también más insegura, con las guerrillas musulmanas campando a sus anchas. Andrés, un humilde pescador y exconvicto, encuentra por casualidad dos fardos de droga que esconde. Pero la tentación y las ganas de una vida mejor harán que se precipite al abismo del tráfico de drogas. Con una ambientación que remite al cine de Michael Mann, y en especial a Corrupción en Miami, de la que hay incluso cierta referencia. Kabisera consigue hacer llegar, a pesar de cierta incoherencia, una sensación de agobio continuo que se acrecenta durante el metraje. Lástima que el final acabe siendo poco satisfactorio.


Para rematar el primer día tocaba la comedia Blue Bustamente, que se proyectó en el cind y que pasaba por ser la propuesta más accesible al público por cuanto su humor no entrañaba ese riesgo de no hacerse entender en otras latitudes. George un ingeniero que trabaja en Japón y que ha dejado a su familia en Filipinas pierde su trabajo encontrando pronto otro pero como extra de una popular serie tokusatsu. Incapaz de decirselo a su familia, este nuevo empleo le llevará a situaciones absurdas como su enfrentamiento con el extra principal, uno de los mejores momentos de la película, y su relación con Roger, otro filipino y una chica japonesa con la que no se entiende. Articulada de manera simple pero atractiva, su buen rollo y carismáticos personajes la convierten en una simpática propuesta.


Para la mañana siguiente abrimos con la presencia del director Andrew Leavold, invitado al festival para presentar su documental The Search for Weng Weng, y que presentó como buen conocedor del cine filipino la película Puño desnudo y el documental Machete Maidens Unleashed!, producido por él mismo. Precisamente Puño desnudo, en una copia doblada al castellano, se revela como un producto fascinante por su incoherencia, diversión y carisma. Explotation con momentos impresionantes como la persecución de los violadores y la perdida de ropa paulatina de la protagonista mientras les da una paliza o la habitación del amor de Chuck (guiño al gran Norris), uno de los malos, en una secuencia hilarante y a la que deben mucho películas como Instinto básico.

Posteriormente Machete Maidens Unleashed! nos habló sobre esas películas, sobre esa época en la que productores estadounidenses como Roger Corman viajaron a producir películas al país asiático y en el que pasaron de películas de terror a exploits de Mad Max, Platooón o cualquier éxito de aquella época fácil, rápido y barato. Actores y actrices como Sid Haig o Pam Grier entre muchos otros vivieron aquello tan bien plasmado en la película y que como bien se comenta habría cosas imposibles de ver hoy en pantalla (grande al menos) debido al momento políticamente correcto que vivimos. Y al final este tipo de películas documentales no dejan de ser sino testimonios de una época, tanto cinematográfica, como política y socialmente. Un testimonio que deja claro que todo es cine, incluida la serie B, Z o lo que sea. Cine que merece conservarse y verse más allá de momentos puntuales en festivales del género. Es tiempo de reinvindicar el cine en todas sus facetas.


En la nacionalista Bombay, cuna de Bollywood, las cintas de acción con conflictos entre India y Pakistán suelen nutrirse de tópicos y banderas ondeando al viento. Todo eso está en D-Day, pero lo bien hecha e interpretada que está obvian ese hecho no tan importante a la hora de centrarse en solo ver una película. La separación de India y Pakistán tras el fin del colonialismo británico es un hecho tan traumático que sigue dando juego y aquí se explota de manera acertada. Incluso los números musicales están integrados en la historia sin ser exactamente como en muchas películas, y uno de ellos es auténticamente brutal en su reconstrucción de un hecho importante en la trama. Probablemente, si le tenemos que poner algún pero, el metraje podría haber sido aligerado aunque queda claro que es una película Bollywood, así que quejarse de eso sería algo necio por mi parte.


Y para el final la irregular aunque divertida Daily Life og High School Boys, en la que las hormonas causan estragos en unos jóvenes estudiantes japoneses. Teñida de un humor muy, quizás demasiado, japonés, bajo esa capa de comedia se encuentra una trama agridulce cuando esos muchachos (sobre todo los 3 protagonistas) son incapaces de interactuar con las chicas. Circunstancia que se complica cuando muchachas de otro colegio van al suyo a preparar una fiesta y ellos aumenten su inutilidad y nerviosismo. Basada de nuevo en un manga como su anterior Afro Tanaka, Daigo Matsui se reivindica como director importante de las Nits, por cuanto prácticamente todo el público de la Bassa aguantó su película y acabó riendo a pesar de su localismo y de que al final la vena autoral del director acabó saliendo, con planos fijos de varios minutos. Propuesta irregular pero al mismo tiempo interesante para que el público vea todo tipo de cine.